Entrar en una guerra en la que vas a ser el novato con las mismas armas que el principal enemigo lleva quince años dominando con mano de hierro, es una guerra perdida. Por eso Kymco, tras la presentación en el INTERMOT del rompedor Kymco AK 550, la firma de Taiwan se va a meter de lleno a pisar las flores del jardín del Yamaha T-Max 530 (que por cierto, también se renueva en 2017).
El AK 550 no sólo sigue la receta utilizada en su némesis japonés, sino que además quiere ir un paso más lejos para ofrecer el primer scooter inteligente del mercado. Entre las dos esferas digitales de su panel de mandos, la pantalla circular configurable nos mostrará multitud de opciones y añadidos digitales totalmente conectados con las preferencias del usuario y su teléfono móvil.
Por lo poco que nos enseña el teaser de la marca, parece algo que totalmente desconocido en comparación con los sistemas que hay en el mercado actual y con el que Kymco quiere marcar un hito en el mundo de las dos ruedas. GPS integrado, Bluetooth, WiFi, predicción climatológica y hasta una especie de radar de posicionamiento es una parte del arsenal tecnológico que el AK 550 nos revelará el 8 de noviembre en su presentación en el EICMA.
El objetivo de Kymco está claro, quieren captar los clientes del T-Max y deben hacerlo con una receta diferente. Maxi-scooter potentes y deportivos ha habido muchos, pero ninguno ha logrado destronar al de Yamaha, por eso desde Taiwan quieren atacar con un modelo de prestaciones y estética similares, pero con un paquete tecnológico que conquiste la vena más geek de sus potenciales clientes.
Después del Salón de Milán tendremos mucho que contar sobre esta interesante apuesta sin precedentes en Kymco, pero la gran duda es si sabiendo el margen que tiene (casi 11.000 euros la versión más barata del T-Max) podrá quedarse por debajo para hacer daño donde más se resienten las ventas, en el precio.