Cuando creías que había llegado el verano y los preparadores se iban a ir de vacaciones, llega Ad Hoc Cafe Racer y se marca una moto perfecta para disfrutar del sol y la playa. Enclavada dentro del proyecto Yard Built de Yamaha, la XSR700 «Otokomae» irrumpe con una estética agresiva y urbana con ciertas reminiscencias scrambler.
Con David González al mando de Ad Hoc, tomaron una Yamaha XSR700 y convirtieron su estética conservadora en una pieza mucho más impactante con una imagen de alto contraste y mucha laca en polvo por todas partes. Un resultado que aunque parezca difícil no ha recurrido a cortar ni modificar el chasis original.
La inocente Yamaha XSR700 ha sido modificada por Ad Hoc Café Racer y se permite el lujo de lucir con una estampa única, pero sólo después de recibir ingentes horas de preparación. Pero no sólo luce bien, sino que también para mejorar el comportamiento de Otokomae, se ha recurrido a algunas piezas de parientes dentro de la marca de los tres diapasones cruzados.
El manillar y la tija superior proceden de una Yamaha MT09, la Yamaha YZF-R6 ha donado horquilla, discos de freno, bomba de freno y de embrague, el amortiguador trasero deja paso a un Gears Racing que eleva el asiento 18 mm y, por último pero no menos importante, de la mítica Yamaha MT01 se ha tomado el faro delantero y su soporte.
Así queda un frontal tan musculoso como amenazante por culpa de la siniestra mirada que adopta la pequeña XSR700, oscureciendo el faro de la MT01. El conjunto de llantas se ha sustituido por unas nuevas Borrani de radios con bujes y aros en negro, que calzan neumáticos Michelin.
La carrocería se ha reducido hasta que sólo quedase un depósito como punto central, y a él se le han añadido cuatro piezas que forman una cubierta personalizada, acabada en azul y amarillo flúor que contrastan con el resto del conjunto donde predomina el negro. Sólo encontramos algo más de color en los detalles azules a juego con el depósito en el radiador, una pieza que se ha lacado también en negro.
La línea limpia y minimalista de la Otokomae se refuerza con la eliminación del asiento original por uno mucho más pequeño tapizado en cuero negro de alta calidad, la ausencia de tapas laterales en el subchasis, los cables ocultos y un filtro de aire sustituido por dos admisiones deportivas de espuma que aligeran la vista central de la moto.
Para terminar con la declaración de intenciones aún hay más detalles: el escape original deja paso a un SC Project que, como no, también ha sido lacado en negro, los intermitentes delanteros LED se sustentan sobre las barras de la horquilla y los traseros hacen lo mismo pero sobre el tubo del subchasis, igual que el faro trasero. Todos los pilotos están cubiertos por un acabado oscuro, lo que junto a sus reducidas dimensiones les hace pasar casi desapercibidos.
Christian Barelli (coordindor de marketing de Yamaha Motor Europa):
Me encanta el estilo radical que ha ideado David. El diseño «street tracker» le va genial a la XSR700 y el lacado es completamente exclusivo. También respetó la norma básica de no recortar o soldar el chasis original, lo que demuestras que la XSR se puede transformar para destacar, sin realizar reformas de importancia. Los detalles personalizados tienen una impecable factura y no perjudican la capacidad de conducción de la XSR700 ni su divertida conducción.
Un minucioso trabajo por parte de Ad Hoc Café Racer. Si quieres ver más creaciones y conocer mejor su excelentes ideas puedes visitar su página web y babear un buen rato.
ad-hoc-cafe-racer-yamaha-xsr700