Tras la democratización de los apéndices aerodinámicos en las tres grandes marcas del Campeonato del Mundo de MotoGP, los equipos de Moto2 y Moto3 también han empezado a instalar aletas a sus motos, pero con un objetivo muy distinto en algunos casos y que no es otro que romper el rebufo que podrían aprovechar sus rivales.
Un ejemplo muy claro son las dos aletas que lució Dominique Aegerter en la parte trasera de su Moto2, o por ejemplo las frontales que se han podido ver instaladas en el carenado de las Mahindra de Moto3. Por ello, y ante la posibilidad de que otros equipos las instalen, la Grand Prix Commission ha decidido modificar el reglamento y prohibir su uso.