El aura de una moto clásica siempre es especial, y más aún cuando no sólo vuelve a la vida, sino que se restaura con mucho encanto y se mejoran sus capacidades. Ese fue el objetivo de LaPerra Bikes Workshop, taller afincado en Fuengirola (Málaga), cuando tomaron una Kawasaki Z900 del año 1976 y decidieron que iba a ser su estrella en La Batalla de Clásicas que iba a celebrarse en el Circuito de Guadix.
No sólo debía ser una moto fabricada para quedar bien en las fotos, tenía que ser una moto que corriese, y que corriese bien. Así que dentro de esa apariencia restomod nos encontramos con un gran trabajo de ingeniería y puesta a punto que va mucho más allá de haber montado unas suspensiones más modernas. Un trabajo profundo y meticuloso en el que se ha invertido mucho tiempo y cariño.