Algunos policías parecen estar muy por encima del bien y del mal, pero cuando deciden demostrarlo gratuitamente y en público no hay muchas veces que se les pille tan bien cazados como en este caso. Los cabezabuques también tienen placa, pero por suerte, cada vez hay más cámaras que nos ayudan a recoger conductas tan reprochables como esta.
Por algún motivo, el agente de la policía de Texas da el alto a una enorme pick up y ambos vehículos se paran en el arcén de la autovía. Desde la cámara podemos ver cómo el grupo de motos pasa a una distancia razonable del coche, pero por algún motivo el policía la considera insuficiente (por buscar algún razonamiento en su cabeza) y según se baja del coche patrulla ya lleva el espray reglamentario desenfundado y comienza a rociar a los motoristas.